Falsos mitos sobre la implantación del control horario en el trabajo

08/01/2019 | Blog

Falsos mitos sobre la implantación del control horario en el trabajo

08/01/2019 | Blog

Hemos recopilado varios de los «falsos mitos» que han ido surgiendo los últimos meses sobre acerca de el control horario de los empleados. En este sentido, es fundamental que tanto empresa como trabajador lo perciban cómo una herramienta que puede ayudarles, no solo a medir el tiempo que pasan en el trabajo, sino a mejorar sus producción:

 

1.Será complicada de manejar. Falso. Estos sistemas y aplicaciones se han simplificado al máximo para facilitar su uso por parte de cualquier persona. Existen sistemas en los que el software ofrece además la posibilidad de automatizar el registro horario, de manera que este se activa al iniciar el trabajador la jornada laboral y se cierra al apagar el ordenador. De esta forma, el trabajador se despreocupa de registrar cada día manualmente su horario laboral.

2.Me penalizarán si se me olvida fichar. Falso. Este tipo de errores humanos pueden producirse cuando el empleado tiene que fichar manual o digitalmente. Pero, todo es más sencillo si el sistema permite la opción de activación automática del registro diario.

3.Me van a controlar. Falso. Los sistemas de monitorización de horarios solo registran las horas de trabajo, la actividad y las horas extras, pero no entran en el detalle de la calidad del trabajo. Esta monitorización, por otra parte, tiene un beneficio añadido: ayuda a optimizar los procesos de trabajo y tareas que desarrollamos diariamente. Como resultado, mejorará la productividad de todos los empleados y permitirá distribuir mejor la carga de trabajo.

4.Tengo una empresa muy pequeña y no lo veo necesario. Falso. El registro de jornada es obligatorio por ley para todas las empresas con independencia de su tamaño o sector de actividad.

5.Tendré que seguir haciendo horas extras igualmente. Falso. Las horas extras deben ser también registradas, precisamente, esta fue la razón que originó esta Ley.

6.Mi jornada laboral es irregular y el acto de fichar dificulta mi trabajo. Falso. Si el trabajador tiene una jornada que se interrumpe o se divide varias veces, con intervalos o con turnos que cambian cada día, todo esto puede y debe quedar registrado igualmente en el sistema a través de las sucesivas pausas. Una vez más, la automatización es un gran aliado para conseguirlo.

7.Costará mucho dinero. Falso. Los sistemas de control horario no implican inversiones en en infraestructuras, sino una sencilla conexión desde la nube. Son aplicaciones de pago por uso que se adaptan a todas las empresas sea cual sea su tamaño. Son accesibles desde cualquier parte o centro de trabajo en cualquier momento.

8.Aumentará la carga de trabajo administrativo de Recursos Humanos. Falso. Además de agilizar enormemente el trabajo administrativo, la posibilidad de automatizar el registro de horarios laborales permite el volcado directo de los datos en un sistema centralizado, lo que facilita la extracción de informes en tiempo real.

9.Hay muchos perfiles laborales en la empresa y será difícil encontrar una solución para todos. Falso. Existen sistemas alojados en la nube que permiten la integración de todo tipo situaciones laborales, al facilitar el registro de datos de teletrabajadores, personal de tienda o fábrica, comerciales desplazados o situaciones especiales como jornadas flexibles o reducidas. Todo lo que se necesita es un móvil o dispositivo con conexión a Internet.

10.Lo de fichar es un retroceso. Falso. En la era del big data y de analytics medir nunca puede ser considerado un retroceso, sino una puerta abierta a la mejora. La única manera de evaluar qué estamos haciendo bien y en qué podemos mejorar es a través de la obtención fiable de datos precisos, y esto es precisamente lo que traen herramientas de registro horario como Time@Work.

11.Estos sistemas no aportan valor. Falso. Bien utilizadas, estas aplicaciones van mucho más allá de un registro horario, al facilitar numerosas estadísticas y funcionalidades de utilidad, llegando a convertirse en auténticos departamentos de Recursos Humanos en miniatura.