Síndrome del Burnout o “síndrome del trabajador quemado”, la OMS lo incluye en su clasificación de enfermedades.
La Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha aprobado su nueva lista de enfermedades. Dicha relación entrara en vigor en el año 2.022.
El “síndrome del burnout” o de desgaste profesional, por lo general este trastorno es consecuencia de un estrés laboral crónico, y se caracteriza por un estado de agotamiento emocional, una actitud distante frente al trabajo y una sensación de ineficiencia y de no hacer adecuadamente las tareas. Se le suma también la perdida de habilidades para la comunicación. El burnout, que hace su entrada en la sección de “problemas asociados” con el empleo o el desempleo, recibe el código de QD85, este posee tres elementos : “Un sentimiento de agotamiento, “cinismo o sentimientos negativos relacionados con el trabajo” y “menor rendimiento profesional”
Este se incluye así entre los principales problemas de salud mental, como una antesala de muchas patologías psíquicas derivadas. “Es la primera vez” que el desgaste profesional entra en la clasificación, anunció Tarik Jasarevic, portavoz de la OMS. Su registro establece que este “síndrome” hace específicamente referencia a los fenómenos relacionados con el contexto profesional y no debe ser utilizado para describir experiencias en otras áreas de la vida”.
Este último aspecto resultara más difícil de discernir de manera profesional. La relación única de causa-efecto sobre el padecimiento del síndrome del trabajador quemado y el trabajo en sí mismo puede no estar clara, ya que el ser humano es único en su esencia, entonces delimitar una causa concreta y un trastorno con notable base psicológica y, además, graduarlo, no parece una tarea sencilla y es necesario un equipo profesional muy especializado para diagnosticar el burnout y marcar sus causas con exactitud.
La decisión de incluir el burnout en la clasificación de enfermedades de la OMS es basándonos en conclusiones de expertos sanitarios en todo el mundo, ha sido adoptada por los Estados miembros del organismo, reunidos desde el pasado día 20 de mayo en Ginebra. Otras novedades de esta nueva clasificación que entrara en vigor el 01 de enero de 2022 es que saca la “incongruencia de género”, es decir, la transexualidad, de la lista de enfermedades mentales para clasificarla en el capítulo de disfunciones sexuales. Además incluye los trastornos relaciones con videojuegos en la sección “desorden de dependencia”, por último propone un nuevo capítulo sobre medicina tradicional.